
Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. 2 Corintios 5:21
Este versículo nos revela el profundo misterio y la maravilla del evangelio. Nos habla del intercambio que ocurrió en la cruz: Jesús, el único que nunca cometió pecado, se hizo pecado por nosotros. Esto significa que Él tomó sobre sí todo el peso de nuestros errores, fallas ~y transgresiones, para que pudiéramos ser liberados y justificados delante de Dios. Aquel que era perfecto y sin pecado se convirtió en pecado para reconciliarnos con Dios, haciendo posible que nosotros, en Cristo, fuéramos hechos justicia de Dios.
A través de este sacrificio, Jesús no solo nos perdonó, sino que también nos dio una nueva identidad Ya no somos esclavos del pecado, sino que ahora somos llamados a vivir como justos, como hijos de Dios, por medio de la fe en Jesús. La obra de Cristo en la cruz transformó nuestra posición delante de Dios y nos trajo una nueva vida, una vida de gracia, perdón y restauración.
Hoy, Jesús te ofrece la oportunidad de ser hecho justicia de Dios. Él ya se hizo pecado por ti, y ahora, si crees en Él, puedes ser llamado justo delante de Dios. No importa lo que hayas hecho, Jesús ya pagó el precio por tus pecados. Él te invita a recibir ese perdón y esa nueva identidad en Cristo.
Si aún no has entregado tu vida a Jesús, hoy es el día para aceptar la gracia que Él te ofrece y vivir la nueva vida que ha preparado para ti. No dejes pasar esta oportunidad: recibe la justicia de Dios que es dada por medio de Cristo.
Bendiciones.