No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. S. Mateo 7:21
En este versículo, Jesús nos advierte sobre algo muy importante: no basta con invocar Su nombre o hacer declaraciones superficiales de fe.
Él dice que no todos los que lo reconocen como Señor entrarán en el Reino de los Cielos.
Lo que realmente importa es vivir conforme a la voluntad de Dios, la cual se revela en Su Palabra. El simple acto de profesar fe no es suficiente si no está acompañado por una vida que refleje esa fe, una vida que busca hacer la voluntad del Padre.
Esto nos desafía a reflexionar sobre nuestras propias actitudes. Jesús nos enseña que la verdadera fe se demuestra mediante la obediencia a Su llamado y a Sus enseñanzas.
El Reino de los Cielos no es para aquellos que solo pronuncian palabras vacías, sino para aquellos que, con sinceridad, buscan vivir como Él vivió:
amando a Dios y al prójimo, y obedeciendo Su voluntad.
Amigo, si te encuentras en un lugar de palabras vacías, sin acción verdadera, debes saber que Jesús te llama a tener una fe que transforme. No basta con decir “¡Señor, Señor!” si tu vida no refleja obediencia a Él.
Hoy, Dios te invita a ir más allá de las palabras y a vivir conforme a Su voluntad.
Si verdaderamente deseas entrar en el Reino de los Cielos, entrega tu corazón a Jesús y permite que Su voluntad guíe tus pasos. Él está listo para ayudarte a vivir una vida que honre a Dios en todo momento.
