Jesús ofrece una de las promesas más poderosas: quien cree en Él y escucha Su palabra tiene vida eterna.
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
S. Juan 5:24
Esto significa que, por medio de la fe en Cristo, pasamos de una condición de muerte espiritual a una nueva vida, llena de esperanza y reconciliación con Dios. La muerte, que antes representaba una separación eterna de Dios, ya no tiene poder sobre aquellos que creen en Jesús.
Él es el camino hacia la vida eterna, y quienes lo siguen no necesitan temer el juicio ni la condenación, pues han recibido el regalo del perdón y de una vida nueva.
La condición para esta promesa es simple: oír la palabra de Jesús y creer en el Padre que lo envió. La fe genuina en Cristo nos transforma por completo, porque la vida eterna comienza en el momento en que aceptamos a Jesús como nuestro Señor y Salvador. No importa lo que hayamos vivido ni lo que hayamos hecho; la promesa de Jesús es clara: Él nos saca de la muerte y nos lleva a la verdadera vida.
Hoy, Jesús te ofrece esa vida eterna, una vida sin fin en Su presencia.
Ya no tienes que temer la condenación, porque Él ya pagó el precio de tus pecados en la cruz. Si aún no has entregado tu vida a Él, este es el momento. Escucha Su palabra, cree en Él y experimenta la paz y la certeza de la salvación. No hay más razón para vivir en muerte espiritual. Pasa de muerte a vida, aceptando el regalo que Él te ofrece hoy.
Bendiciones
